LA TARTERA

Si en los últimos años de la dictadura, cuando abogábamos por mejorar la educación pública que, con todo lo mal que queramos decir que está, la cambiamos como de la noche al día, me hubieran dicho que treinta años después volvería a escribir sobre temas como éste no lo hubiera creído.

Que una comunidad autónoma, nacionalidad como a ellos les gusta llamarse, Cataluña, rica, que tenía autopistas y polideportivos cubiertos cuando aquí, en Segovia, teníamos una carretera nacional hacia Madrid que daba pena y quitábamos la nieve para poder realizar la Educación Física en la instalación anterior al actual Enrique Serichol, proponga cobrar tres euros a los alumnos que lleven una tartera al colegio porque no se pueden pagar la comida del comedor escolar, 6,20 euros, es como para echarse a llorar.

Ciertamente hay crisis, mejor, nos han creado una crisis económica gentes que no la están padeciendo, pero al socaire de ella la derecha política nos está dejando sin servicios públicos y la izquierda, cómplice durante años de no querer ver lo que se avecinaba y acomodada en el neoliberalismo, está medio muda, muy desorientada y recibe poca confianza de los ciudadanos.

En Cataluña el gobierno de la Generalitat cobrará tres euros por llevar la tartera al colegio a quien no puede pagar seis euros con veinte céntimos. ¿Es realmente una solución a la crisis? No. ¿No debería esta comunidad autónoma cerrar, por ejemplo, sus “embajadas” antes de cobrar a los ciudadanos tres euros por calentar su comida en la tartera y usar el comedor escolar para comer? ¿No debería el gobierno de Convergencia y Unió pedir perdón por el caso Palau o la supuesta financiación ilegal antes de cobrar tres euros a los escolares? ¿No debería Esquerra Republicana no sólo permitir sino pedir a voz en cuello que declarara en el Parlament el señor Mas por la supuesta financiación ilegal de CDC, su partido, antes de cobrar tres euros a los escolares?

Sí, todo esto debería ocurrir antes de cobrar tres euros a los escolares, pero no ocurrirá, porque existe la omertá política que se podría enunciar diciendo que callaremos frente a lo que hacen los nuestros y sólo levantaremos la voz frente a lo que hacen los otros sin importar qué hacemos o qué hacen.

Pero Cataluña no está sola en esto, parece que le va a acompañar la Comunidad Valenciana, ¡ah, eso sí! con una diferencia, aquí sólo se cobrará euro y medio. De manera que una comunidad que ha tirado el dinero a espuertas, perdón, en aeropuertos, que pagó ¿cuánto de más? durante la visita del Papa sin que se haya sabido que haya habido responsables, cuyo Govern del PP está sostenido por un grupo parlamentario que alberga numerosos imputados por corrupción, cobrará euro y medio a los escolares por asistir al comedor con su tartera y usar el frigorífico y el microondas, si llega el caso, los cubiertos, la electricidad, pagar al cuidador, usar el comedor, quizá beber agua y usar el servicio.

Parece que también se ha planteado Madrid esta posibilidad, aunque aún no ha decidido nada. En fin, cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.

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