Pedro Álvarez de Frutos

 

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Retroceso social o reforma fiscal

 

Esta es la expresión más clara de la visión que el señor Rubalcaba tiene de la salida de la crisis según el PP, primera parte de la frase, o según el PSOE, segunda parte de la frase. Así respondió a una de las preguntas en la entrevista de TV1, y esbozó algunas líneas de trabajo para salir de la crisis:

 

UNO.- Volver al pacto de rentas, que firmaron sindicatos y patronal durante el último gobierno socialista.

 

DOS.- Reforma fiscal para ingresar más sabiendo que debe pagar más el que más tiene, y enumeró los yacimientos de dinero donde buscar: desgravaciones,  plusvalías, fiscalidad de las grandes empresas.

 

TRES.- Atemperar el ritmo de la reducción del déficit para no ahogar a la economía.

 

CUATRO.- Implementar políticas de crecimiento porque si no creces caen los ingresos y aumenta el gasto por desempleo.

 

A este esbozo, el señor Rubalcaba añadió el acuerdo de pensiones, también alcanzado durante el último gobierno socialista, y que, según sus predicciones, el Gobierno romperá en este próximo otoño-invierno.

 

No es mucho, pero frente a la falta de futuro de las políticas del PP, como estamos viendo que ocurre en Irlanda, Portugal y Grecia, abre una pequeña ventana.

 

Estas líneas de programa anticrisis tienen buen aspecto. Entonces ¿por qué según las encuestas el PSOE no resucita del descalabro de las elecciones generales? Por tres razones:

 

PRIMERA.- La autocrítica respecto de los últimos años de gobierno del señor Zapatero se despacha con rapidez y sin profundidad alguna. Los electores quedaron hartos del optimismo antropológico del señor Zapatero, de que no se enterara de por dónde venían dadas y, lo que es peor, que cambiara su programa electoral sin dimitir, sin elecciones y con una sólo noche de insomnio 

 

SEGUNDA.- Porque ahora se enumeran políticas que es necesario hacer, pero que no hicieron cuando gobernaban, como por ejemplo atajar la corrupción con prevención, por ejemplo, y volver al sistema de intervención en los pagos de la administración.

 

TERCERA.- No se mejoró el funcionamiento de las instituciones políticas. El reglamento del Congreso es necesario agilizarlo y que pueda ser expresión de la situación nacional, y transformar el Senado en una cámara útil, que responda a la descentralización autonómica o hacerlo desaparecer es un clamor.

 

Pero sobre todo, por lo que no se dice.

 

No se pueden tener imputados en la política activa en ningún nivel. Si a un político le imputan debe dimitir, y si después se demuestra su inocencia pues se le restituye o se persigue al denunciante o al juez, si es que prevaricó, o todas estas acciones a la vez.

 

Los cargos públicos no deben tener ningún tratamiento diferenciado al del común de los ciudadanos ni en aspectos impositivos ni de sanidad ni de jubilación ni de sueldos vitalicios o temporales posteriores al cese en el cargo, etc. ni, por supuesto, colocaciones en empresas públicas para seguir recibiendo altas retribuciones, la mayor parte de las veces empresas totalmente ajenas a su preparación intelectual anterior.

 

Es absolutamente necesario que los políticos confíen en los funcionarios, Si es necesario, se deben mejorar los sistemas de acceso, pero manteniendo su independencia, y eliminar los numerosísimos puestos de personal de confianza.

 

Es imprescindible que los cargos públicos tengan un puesto de trabajo al que regresar cuando abandonen la política. Esto les hará libres para opinar. Volver a un parlamento de profesionales de distintas áreas, disminuyendo los profesionales de la política y haciendo desaparecer a los profesionales del partido, cada día más abundantes, expertos en navegar en las corrientes internas, pero desconocedores de lo que cuesta encontrar y mantener un puesto de trabajo.

 

Y, finalmente, los políticos han de responder ante los ciudadanos no ante los partidos, y para ello las listas electorales han de ser abiertas y los distritos más pequeños para poder conocer al candidato y dirigirse a él. La iniciativa electoral del PSOE según la cual habría un escaño en el congreso reservado a los ciudadanos tiene un doble aspecto. De una parte, es decepcionante porque evidencia que el PSOE ha interiorizado que los diputados, también los suyos, no quieren, no pueden, no saben o las tres cosas juntas, qué opina y necesita el ciudadano al cual dicen representar. ¿Cómo nos representan entonces?

 

¿Y qué pasa con el próximo rescate? Pues que el PSOE no es partidario y yo tampoco porque no se han explorado todas las salidas a la crisis y porque supondría nuevos recortes sociales.

 

Contacto: pedroalvarez.name@hotmail.es