DE MALOS Y BUENOS ALUMNOS EUROPEOS Y II

Desgraciadamente, España pertenece al grupo de países que se portan en la UE como los malos alumnos. Déficit, baja productividad, paro, corrupción por encima de la media, y una sociedad que sufre la crisis. ¿Cómo es posible? Porque aquí de la cosa matemática andamos mal, y no sólo por los resultados Pisa. Al Gobierno no le salen las cuentas de los ingresos, tampoco las de los gastos, el Banco de España no se percató de las cuentas de los bancos, que invertían más de lo que debían en construcción, los impuestos y el paro suben, las prestaciones sociales bajan, la población se empobrece y, para colmo, no consume. ¿Por qué? Porque tampoco le salen las cuantas y el fin de mes tarda en llegar. En fin, de Matemáticas mal.

En lengua, a juzgar por la cantidad de declaraciones que se hacen, deberíamos ser unos genios, pero tampoco. Los errores gramaticales son constantes, los pronombres le, la y lo, se utilizan incorrectamente de forma continua, los participios terminados en “ado”, han pasado a “ao”, incluso en personas supuestamente cultas. Esto se ha contagiado a otras palabras también terminadas en “ado”. Así, podemos oír decir a representantes políticos cualificados el “Estao español”. Quizá esté perdiendo la “d” por aquello del independentismo. También se utilizan continuamente los números fraccionarios, catorceavo, por ejemplo, por los ordinales, decimocuarto.

Con lo que sí vamos bien es con las figuras literarias. La economía española no está por los suelos, lo que le pasa es que “se ha estabilizado a la baja”, y la reunión del Consejo Europeo del pasado 18 no ha supuesto que la unión bancaria se vaya a retrasar, se deja para el 2014, sino que “se ha avanzado en la unión bancaria” aunque sea para el 2014. Esto se parece mucho  a aquello otro de que la solución europea para nuestros bancos era una línea de crédito ventajosa sin contrapartidas, de la que aún no hemos visto un euro, por cierto, pero ya pagamos la subida del IVA, dejamos sin la paga de Navidad a los funcionarios, etc. En las figuras literarias brillamos con luz propia o ¿se llaman mentiras?

De Ciencias Naturales nada de nada. Los incendios del pasado verano han demostrado que la naturaleza no es cosa que se vaya a salvar por nosotros, y la próxima ley de costas indultará cerca de 3.000 chiringuitos construidos en las playas españolas. Ya lo dijo el señor Rajoy en su día “nos gustan los chiringuitos” -¡Toma y a los de la Gürtel!. Tambi én se indultan miles de viviendas asentadas en suelo de dominio público marítimo o terrestre, al menos durante 75 años. Pero como dijo la señora Sáenz de Santamaría la reforma está encaminada a "proteger nuestra riqueza medioambiental (y) librar al litoral de atrocidades urbanísticas". Lo dicho, en figuras literarias nos salimos.

De Historia tampoco mucho, al menos de la reciente, porque recordar, recordamos poco. Ahora que comienza el juicio por el desastre del Prestige reaparece que el señor Rajoy era ministro de Interior del Gobierno y fue nombrado coordinador para hacer frente a la crisis. Y lo hizo, pero tuvo mucho más éxito con sus frases, como aquella de los hilitos “con aspecto de plastilina en estiramiento vertical” -¡Un poeta del chapapote!-, que con la marea negra que, según él, no iba a llegar a las Rías Bajas.

Y antes podíamos presumir de aprobar la religión, pero ahora tampoco o, al menos, eso le parece al obispo de San Sebastian que opina que “Jesucristo es un gran desconocido para muchos de los jóvenes españoles”, y él de esto debe saber.

En fin, que sólo nos queda el deporte pero, para colmo, se lesiona Nadal, empatamos con Francia y el Barça, que es más que un club, va el primero en la Liga.

Pero, eso sí, somos un gran país; y lo somos, pero “si hubiera buen señor”.

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